Días 11 y 12: vuelos de regreso

Y llegó el día tan odiado en los viajes, y además con súper madrugón, el despertador sonó a las 4, ducha rápida y cerramos maletas. A las 4’45 estábamos en recepción para hacer el check-out, y en nada ya nos habían mandado el mail con la factura.

Miramos Uber y Lyft, salía muy similar, pero como teníamos 5 $ de descuento en Lyft, nos salió mejor; elegimos la tarifa prioritaria, porque había pocos a esas horas y aun así tardó casi 10 minutos en llegar. Al elegir prioritaria, la aplicación pregunta, si quieres música, algo de la temperatura, y si quieres que te ayude con las maletas. El trayecto fue de unos 25 minutos (38’76 $), nos dejó en la Terminal C puertas 21-29 de American Airlines, tal como habíamos elegido al hacer la reserva; vamos que fue entrar y estábamos en la cola de facturación, que acabamos en nada. Nos dieron mis tres tarjetas de embarque, pero a Alfredo solo la primera, al volver y preguntar a la que nos había hecho la facturación, no pudimos aclarar nada, que lo que faltaba en Boston y de ahí ya no la sacamos.

Desayunamos un capuchino y un croissant de Starbucks, que la verdad el capuchino muy flojo, tirando a malillo. Mientas investigamos como movernos por el aeropuerto de Boston.

El vuelo estaba programado para las 7’30 y embarcamos en hora, pero salió con unos 20-30 minutos de retraso, dejamos Dallas igual que a nuestra llegada, lloviendo.

Este vuelo fueron algo más de tres horas, durante el trayecto tuvimos alguna turbulencia al principio, y el resto ya muy tranquilo. Llegamos más o menos a la hora prevista, las 11’56.

Con la historia de la tarjeta de embarque se nos había desmontado el ultimo plan del viaje, que era acercarnos a la ciudad de Boston a dar una vuelta, solo eran a unos 20 minutos y nos hubiera dado tiempo, pero al no tener la tarjeta de embarque no nos íbamos tranquilos.

Al llegar al Aeropuerto de Boston, llegamos a la Terminal B o C, no recuerdo muy bien, y fuimos hacia la Terminal E, que era de donde saldría el vuelo; y tal como nos temíamos no había nadie, ni ningún punto informativo, teníamos que esperar hasta que una hora antes abrieran el mostrador de la puerta embarque.

Tras este paseo, ya teníamos hambre, por aquella zona teníamos pocas opciones, elegimos Wahlburgers, unas hamburguesas bastante ricas, que junto las cervezas costó 51’76 $; caro como toda la comida de aeropuerto, pero por lo menos estaba rica.

Después de unas horas bien aburridas, cuando quedaba más o menos una hora para el vuelo, abrieron el mostrador de la puerta de embarque, Alfredo fue a por sus tarjetas de embarque, le comentaron que American Airlines siempre hacia igual. Por megafonía anunciaron que los pasajeros que vinieran de otros vuelos de USA pasaran a verificar pasaporte, así que fui, me preguntó sí tenía tarjetas de embarque (vamos, si estoy en esa zona si, o si) y al decir que eran de American Airlines, me dieron unas nuevas de Iberia.

Y ya por fin llegó la hora de embarcar hacia Madrid, se nos hizo muy larga la espera porque íbamos con la ilusión de haber dado una vuelta por la ciudad. Bueno, pues al pasar mi tarjeta de embarque, no pasa, tienen que revisar algo del pasaporte, se ve que antes no lo revisaron lo suficiente. Salimos en hora a las 17’05, al poco sirvieron la cena (pollo o pasta, como siempre), bastante aceptable, alguna turbulencia durante la noche, y cuando faltaba algo más de una hora una hora sirvieron el desayuno.

Llegamos unos minutos antes de su hora prevista que era las 5’50, bajamos del avión, trenecito para cambio de terminal, control de pasaportes, control de seguridad (me dicen que no es de líquidos, que no pasa nada con el agua, pero al pasar el escáner, el agua va a la basura), y para no aburrirnos, yo pito en el arco de seguridad, y me hacen control de drogas, algo que no entiendo nada. Y bueno en unos 35 minutos todos los trámites hechos.

Al poco ya pusieron la puerta de embarque (K95), que como es habitual está en una de las esquinas, así que tranquilamente nos fuimos hacia allí. Esperamos un rato, embarcamos con algo de retraso y salimos con 10-15 de retraso de su hora, las 7’55. Llegamos a Valencia pocos minutos después de su hora, las 8’55; esperamos las maletas unos 5 minutos y a casa.

Llegada a Valencia, sobrevolando La Albufera


Casi nada más llegar, fuimos a almorzar un bocata de jamón, que rico sabe a la vuelta de viaje.

Distancia recorrida andando: 8’90 km.


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