Día 10: Visita AT&T Stadium y partido NBA

Volvimos a poner el despertador a la hora habitual, las 7’30, duchas, desayuno, y luego estuvimos un buen rato con los móviles, porque ya era la hora del check-in de nuestros vuelos.

A las 9’45 más o menos salimos con un Lyft (16’50 $) y en unos 20 minutos llegamos a Arlington, donde se encuentra el AT&T STADIUM, hogar del equipo de la NFL, los Dallas Cowboys.



La visita comenzó a las 10’30, fue cara (45 $ con impuestos incluidos, cada uno), pero es que el estadio es alucinante. Duró casi 2 horas, vimos la grada, uno de los fondos en el que hay una fuente y una exposición de coches Ford, una zona vip, el vestuario de las cheerleaders, el vestuario del equipo, y la zona super vip, que es por donde sale el equipo al césped. 




























Por aquí salen los Dallas Cowboys al césped








Después de la visita del estadio, fuimos a un Walmart cercano, hicimos algunas compras y pedimos un Lyft (17’68 $) para regresar al hotel; tanto al ir como al volver, como no nos importaba esperar, elegimos la tarifa espera y ahorra, eso junto con un descuento que teníamos de 5 $ en cada viaje, hizo que quedara un precio muy bueno para la distancia que era (unos 30 kilómetros). En este último viaje, cuando estaba casi llegando desapareció, y la aplicación en un par de minutos nos asignó otro conductor que llegó enseguida.

Comimos en la habitación unos sándwichs, que nos habíamos comprado en el Walmart. Luego llegó el triste momento de hacer la maleta, sacamos todas las cosas, y poco a poco fuimos metiendo todo bastante ordenado en las maletas y sin problemas. En una hora y poco acabamos.

Cerramos el viaje con un partido de básquet de los DALLAS MAVERIKS, lo que significaba la tercera visita al AMERICAN AIRLINES CENTER. Cuando llegamos un poco antes de las 6, todavía no estaban las puertas abiertas, dimos un paseíto y ya nos pusimos en cola para entrar. 



Nada más entrar, nos encontramos unas máquinas tipo fotomatón, en las que te hacías una foto y te la  mandabas por correo electrónico, y como no había casi gente esperamos.


Y luego como siempre, fuimos buscar nuestra localidad, era en los sectores 200, una zona que se llama Platinum Level, nos costó llegar porque aparecimos en la puerta de una tienda y no se podía entrar con bebida, así que tuvimos que bajar, y finalmente subimos por los ascensores, más rápido y fácil. Se notaba que era una zona de mucho más nivel, había un restaurante bufet, suelo de parqué y moqueta, fotos en las paredes, y en los bares de esa zona las bebidas costaban 1 $ más que abajo. 
















Desde esa zona tenías una visión muy buena, el partido acabo 121-124 y cuando a cuatro minutos del final, perdiendo los locales de 8 puntos, suena “Que no pare la fiesta - Don't stop the party” de Pitbull, y la gente se puso dándolo todo a bailar, nos partíamos de risa, que felices son y que bien se lo pasan. Era la víspera de San Valentín, y en el descanso tuvimos en el centro del parqué una boda, cosas de los americanos. 

De regreso en la habitación ultimamos cosas, y a las 11 a dormir.

Distancia recorrida andando: 10’8 km.

 

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